SÉPTIMA PARTE: POLÍTICA DE DESARROLLO ESTUDIANTIL

POLÍTICA DE DESARROLLO ESTUDIANTIL

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El estudiante es el centro del trabajo formativo de la Universidad. Su desarrollo personal, su formación ética, profesional y científica representa su principal responsabilidad con la sociedad.

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La Universidad debe organizar su trabajo formativo de manera de satisfacer, en la medida de sus posibilidades, la demanda y expectativas del estudiante. El personal tanto académico como no académico debe máxima consideración a cada persona-estudiante, contribuyendo al alcance de sus metas que son las nuestras.
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La Universidad debe destacarse por ofrecer un clima de hospitalidad y estímulo al estudiante que recibe, por permitir la expresión libre de sus inquietudes juveniles en un ambiente de respeto recíproco de tolerancia y activa adhesión a los valores y misión de la Universidad.
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En este sentido se procurará lograr que la organización estudiantil se caracterice por practicar lo valores democráticos, el respeto a todos sus miembros, la voluntad de cooperar por el prestigio y desarrollo de su Universidad.
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A su vez, pretendemos el reconocimiento del derecho soberano de los estudiantes a organizarse en la forma que ellos definan, para la expresión, promoción y defensa de sus intereses gremiales.
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Asimismo promoveremos la participación de los estudiantes en las distintas instancias de decisión y gestión sobre asuntos académicos y de bienestar que los involucren, para ello estimamos indispensable la existencia de la organización que los agrupe y goce del respaldo de la totalidad del estudiantado, de manera que los represente plenamente. Sin intervenciones de cualquier tipo, por parte de las autoridades de la Universidad que tiendan a coartar su independencia.
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El contar con una organización estudiantil estable y con respaldo permite desarrollar en forma conjunta programas que incorporen a los estudiantes a actividades de la vida universitaria consolidando una rica integración y convivencia de la comunidad.

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En relación al compromiso de aranceles por parte de los estudiantes, aun cuando somos partidarios de la educación pública, deben primar los siguientes criterios:
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¨ Nadie debe pagar más de lo que cuesta su educación¨ Nadie debe pagar menos de lo que está en condiciones de pagar
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Deberemos separar el Crédito Institucional del Fondo Solidario, a objeto de hacerlo más transparente y que el estudiante distinga su compromiso con el Estado de su compromiso con la Universidad y por lo tanto esté consciente de sus beneficios y asuma la responsabilidad que tiene: primero de recibirse y segundo de devolver la ayuda recibida pagando oportunamente sus obligaciones para facilitar que otros puedan también estudiar.

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OCTAVA PARTE :PALABRAS FINALES

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Somos reiterativos en sostener que aquellas instituciones que sean capaces de reexaminar su posición y adoptar nuevas actitudes de cara al porvenir serán las únicas que podrán sobrevivir y ofrecer a la sociedad egresados preparados en la docencia y en el ejercicio de especialidades, preparados intelectualmente para ofrecer nuevos enfoques, de tal manera que la Universidad juegue un papel importante y decisivo en la construcción del futuro.
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Es urgente retomar la motivación académica, de modo de vitalizar y fortalecer los vínculos con la sociedad en todo su espectro de funciones
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- Función social: Inspiradora de su quehacer como elemento base de su contenido académico y de su compromiso con el medio, factor fundamental de permanente retroalimentación.-

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- Función cultural: Como depositaria, preservadora y transmisora de nuestros valores intelectuales, contribuyendo a acrecentar nuestro patrimonio a través de la generación y difusión del conocimiento y de las expresiones artísticas.- - .

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- Función creadora del conocimiento y de las artes: Rol fundamental en la búsqueda de la verdad, a través de la génesis de un cuerpo sistémico de conocimiento, basado en la investigación científica y creación artística.
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Particularmente visualizamos a nuestra casa de estudios recuperando y redefiniendo un espacio que le sea propio dentro del concierto universitario, especialmente dentro de las universidades públicas, comprometida con el sector productivo nacional.
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Dentro de esta acción se debe fortalecer las ciencias básicas, las ciencias sociales, las humanidades, las tecnologías y las artes, a fin de dar profundidad a nuestro quehacer, favoreciendo una formación integral de nuestros egresados.
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Han transcurrido nueve años, se han aprendido muchas lecciones, como ya dijimos, algunas muy dolorosas, no hay más que observar la situación deplorable en que se encuentra la UTEM.

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Por motivos de sobrevivencia institucional, y por ello personal, no podemos darnos el lujo de entregar nuestra soberanía a quienes creen tener la voluntad de superar esta etapa pero que no reúnen la experiencia y los conocimientos necesario para liderar la etapa que viene; normalizar, recuperar la solvencia y prestigio que un día construimos.

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Es el momento de establecer, las bases para forjar una nueva y renovada UTEM.
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Estamos cierto que con la suma de voluntades, sin distinción y animosidades, que integran nuestra Casa de Estudios, enmarcados en las políticas que logremos consensuar a partir de esta propuesta, susceptible de ser mejorada y enriquecida, será menos dificultoso alcanzar la meta de convertir a la UTEM en una universidad moderna, exitosa, con capacidad de dar respuesta a los grandes problemas, relacionados con áreas de su competencia, que afectan y afectarán a la Nación.

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HECHOS Y NO PALABRAS

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