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EL ANONIMATO Y LOS RUMORES ¿SERÍAN LA CAUSA PRINCIPAL DEL
"CLIMA ORGANIZACIONAL PERVERSO" O SU CONSECUENCIA ?
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Coincidiendo en parte con el diagnóstico del Sr. Rector, en relación a la existencia de un clima organizacional perverso en nuestra universidad, cabe profundizar en dicho diagnóstico, pues los diagnósticos incompletos suelen agravar o en algunos casos matar al paciente.
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Si el Sr. Rector piensa que la causa de ese clima serían el rumor y las opiniones anónimas que circulan por pasillos y oficinas bajo el más estricto secreto y confidencialidad, o bajo la forma de las antiguas cartas persas que plagaron la UTEM durante su anterior rectoría, creo sinceramente que está en un error, pese a reconocer que como en todo sistema los factores se interactúan bidireccionalmente.
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Confundir la causa principal con el efecto nos podría llevar a cometer un grave error. Fácil sería sacar un decreto o resolución prohibiendo el rumor, lo que equivaldría a prohibir que sople el viento que nos despeina o nos resfría.
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Es cierto que el 'clima organizacional perverso' no nos ayuda a avanzar y permite explicar el desastre que el Sr. Rector describió con algunas cifras dramáticas que expuso en su alocución y que seguramente limitó para evitar que cayeramos en depresión.
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Pero para curar al enfermo de este 'clima...' es necesario diagnosticar las causas profundas de esta enfermedad organizacional. Es decir, como diría un médico establecer la etiología del mal.
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Sin pretender tener claridad absoluta en esta materia, pero recordando las viejas lecciones de la olvidada Teoría de Sistemas que dictaba el actual Vicerrector Académico, no podemos descuidar el vínculo existente entre las variables estructurales del sistema y las funcionales. (Cosa que ya había dicho, hace muchísimos años atrás el "antiguo y olvidado" Carlos Marx, que no por tonto ha pasado a la historia).
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Por lo tanto, cabe preguntarse para empezar, si en esta grave situación no le cabe alguna responsabilidad a nuestros 'perversos estatutos' heredados del Régimen Militar y a los reglamentos surgidos en el febril periodo de transición del año 1989 durante nuestro primer Claustro Académico, bajo la Rectoría del ex Gerente General de la UTEMSA y Pro Rector Delegado del IPS.
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En este sentido, sólo cabe avergonzarnos de no haber hecho ningún esfuerzo sistemático durante estos veinte años para cambiar estos estatutos y reglamentos; y sólo, hace unos pocos meses se logró gracias al apoyo de los Consejeros de Gobierno modificar el Reglamento de Elecciones y establecer la URNA ÚNICA para cada tipo de Jornada Docente, después de dos horas de discusión en el Consejo Superior. (Nota: El Sr. Rector había solicitado esto mismo hace ocho años atrás como Consejero Superior, y ....).
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También, cabe preguntarse si entre las causas de este 'clima ...' no está el actual Reglamento de Facultades y Departamentos que transformó a casi todas las autoridades intermedias en, perdonando la expresión, en verderos "pintamonos" del sistema, debido a la manifiesta Interdicción de las Facultades en su competencia para designar los Directores de Escuelas, Jefes de Carreras y Secretario de Facultad. Y, para que decir algo respecto a la capacidad de gestionar recursos económicos más allá de la Caja Chica de 30 o 50 mil pesos mensuales.
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Seguramente los especialistas en Teoría de Sistemas o sus sucesores intelectuales especialistas en Reingeniería o en Planificación Estratégica podrán decirnos algo al respecto.
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No es el momento de acabar esta reflexión, los factores que han generado este 'clima.. ' son numerosos, sólo cabe el ánimo de que por alguna vez se abra un debate serio en el seno de la comunidad universitaria para abordar estos temas y evitar así 'echarle la culpa al sofá por los desvaríos sentimentales de la señora ...'.
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Claudio Vila C.
"CLIMA ORGANIZACIONAL PERVERSO" O SU CONSECUENCIA ?
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Coincidiendo en parte con el diagnóstico del Sr. Rector, en relación a la existencia de un clima organizacional perverso en nuestra universidad, cabe profundizar en dicho diagnóstico, pues los diagnósticos incompletos suelen agravar o en algunos casos matar al paciente.
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Si el Sr. Rector piensa que la causa de ese clima serían el rumor y las opiniones anónimas que circulan por pasillos y oficinas bajo el más estricto secreto y confidencialidad, o bajo la forma de las antiguas cartas persas que plagaron la UTEM durante su anterior rectoría, creo sinceramente que está en un error, pese a reconocer que como en todo sistema los factores se interactúan bidireccionalmente.
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Confundir la causa principal con el efecto nos podría llevar a cometer un grave error. Fácil sería sacar un decreto o resolución prohibiendo el rumor, lo que equivaldría a prohibir que sople el viento que nos despeina o nos resfría.
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Es cierto que el 'clima organizacional perverso' no nos ayuda a avanzar y permite explicar el desastre que el Sr. Rector describió con algunas cifras dramáticas que expuso en su alocución y que seguramente limitó para evitar que cayeramos en depresión.
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Pero para curar al enfermo de este 'clima...' es necesario diagnosticar las causas profundas de esta enfermedad organizacional. Es decir, como diría un médico establecer la etiología del mal.
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Sin pretender tener claridad absoluta en esta materia, pero recordando las viejas lecciones de la olvidada Teoría de Sistemas que dictaba el actual Vicerrector Académico, no podemos descuidar el vínculo existente entre las variables estructurales del sistema y las funcionales. (Cosa que ya había dicho, hace muchísimos años atrás el "antiguo y olvidado" Carlos Marx, que no por tonto ha pasado a la historia).
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Por lo tanto, cabe preguntarse para empezar, si en esta grave situación no le cabe alguna responsabilidad a nuestros 'perversos estatutos' heredados del Régimen Militar y a los reglamentos surgidos en el febril periodo de transición del año 1989 durante nuestro primer Claustro Académico, bajo la Rectoría del ex Gerente General de la UTEMSA y Pro Rector Delegado del IPS.
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En este sentido, sólo cabe avergonzarnos de no haber hecho ningún esfuerzo sistemático durante estos veinte años para cambiar estos estatutos y reglamentos; y sólo, hace unos pocos meses se logró gracias al apoyo de los Consejeros de Gobierno modificar el Reglamento de Elecciones y establecer la URNA ÚNICA para cada tipo de Jornada Docente, después de dos horas de discusión en el Consejo Superior. (Nota: El Sr. Rector había solicitado esto mismo hace ocho años atrás como Consejero Superior, y ....).
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También, cabe preguntarse si entre las causas de este 'clima ...' no está el actual Reglamento de Facultades y Departamentos que transformó a casi todas las autoridades intermedias en, perdonando la expresión, en verderos "pintamonos" del sistema, debido a la manifiesta Interdicción de las Facultades en su competencia para designar los Directores de Escuelas, Jefes de Carreras y Secretario de Facultad. Y, para que decir algo respecto a la capacidad de gestionar recursos económicos más allá de la Caja Chica de 30 o 50 mil pesos mensuales.
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Seguramente los especialistas en Teoría de Sistemas o sus sucesores intelectuales especialistas en Reingeniería o en Planificación Estratégica podrán decirnos algo al respecto.
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No es el momento de acabar esta reflexión, los factores que han generado este 'clima.. ' son numerosos, sólo cabe el ánimo de que por alguna vez se abra un debate serio en el seno de la comunidad universitaria para abordar estos temas y evitar así 'echarle la culpa al sofá por los desvaríos sentimentales de la señora ...'.
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Claudio Vila C.