CONSEJO SUPERIOR SE REUNE
MARTES 10 A LAS 10:00 hrs.
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Luego de sus desacertada reunión anterior, del día 29 de Mayo, en que se designó rectora subrogante a la Sra. Haydée Gutierrez V. se vuelve a reunir el Consejo Superior de la UTEM, para resolver alguno de los problemas pendientes de la universidad.
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Ratificación del nombramiento de don Juan O. Martinez como Secretario General, y probablemente se designe al futuro Contralor Interno, a proposición de la Rectora designada.
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De mayor importancia aún, se debe realizar la convocatoria a elección de Rector definitivo para los próximos años, por parte del Claustro de los académicos de nuestra universidad.
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Independientemente de si es posible aún rectificar el reglamento de elecciones, cabe preguntarse por la legitimidad de estos acuerdos, tomados por un Consejo Superior, que por sus actos y composición se ha deslegitimado excesivamente. Probablemente reaparezcan algunos de los Consejeros que se desaparecieron en momentos cruciales, a retomar sus cuotas de poder y hagan valer sus derechos para determinar el futuro de nuestra universidad.
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Independientemente de los posibles cambios que se le puedan hacer al Reglamento de elecciones, que por LOCE o por LGE impedirá la participación estudiantil en dicha elección, cabe preguntarse por la legitimidad de ese Claustro Académico para designar a un nuevo Rector para los próximos cuatro años.
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Tal como lo han señalado numerosos comentaristas a los editoriales anteriores, talvez hemos llegado a un punto de quiebre en la tradición de gobierno y autonomía universitaria, tal como se ha venido entendiendo desde el siglo XIX en nuestro país.
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La autonomía ha sido un valor muy trascendente en nuestra historia universitaria, constituyendo un valuarte de defensa de las instancias académicas frente a los atropellos y prepotencia del mundo empresarial y político contingente.
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Sin embargo, no nos ha servido para defender el mundo de la academia y el pensamiento de los enemigos internos, que se han apoderado de los débiles mecanismos de control y gestión intra universitarios, y que han puesto al sistema al servicio de sus intereses personales.
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Sin duda, que este hecho resulta muy doloroso para todos aquellos que nos formamos en el espíritu libertario y democratizador de nuestra Alma Mater de la Universidad de Chile.
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Sin embargo, por doloroso que nos resulte, lo peor que podemos hacer es esconder la cabeza frente al horror que nos produce la situación actual de nuestra UTEM, derivada en alguna forma de esa Universidad que le ha dado gloria a Chile por más de una centuria.
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Es hora de reflexionar y tomar decisiones de fondo con urgencia pues miles de jóvenes que se abren a la vida y enfrentarán el futuro próximo exigen de nosotros una respuesta valiente y responsable.
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CLAUDIO VILA CEPPI
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NOTA: Talvez está aquí el sentir más profundo del llamado que nos ha formulado el jóven Wladimir Carrillo, con su testimonio personal. Quizás, mirando el problema desde la perspectiva de la salida del Rector Avendaño, no parecía justificarse su sacrificio. Sin embargo, desde esta perspectiva más amplia, la razón se hace substancial.
