Santiago, Abril 29 de 2010
Estimados Colegas:
He decidido presentar mi candidatura al Consejo Superior de nuestra Universidad, basándome en la petición de algunos colegas, el cumplimiento de los requisitos y en meditar sobre al responsabilidad que nos compete a todos respecto a los destinos de nuestra universidad.
La convicción de poder aportar a que nuestra Universidad despegue de su situación actual y en conjunto todos contribuyamos a reposicionarla en los niveles que le corresponde, y que alguna vez tuvo, son motivación suficiente para emprender este desafío.
Soy y he sido un profesor por vocación, dedicándome de lleno al trabajo docente con la seriedad y el nivel que nuestros estudiantes y futuros profesionales se merecen, de la misma forma he ejercido cargos de administración docente y de representación en niveles intermedios, tales como Consejo de Administración del Servicio de Bienestar del Personal y Consejero Académico de la Facultad de Administración y Economía, a la cual estoy adscrito.
Nos encontramos en una complicada etapa de transición, que nos plantea incluso la dicotomía de “existir o no existir”, y donde la acreditación será en definitiva una de los aspectos más importantes.
Sin embargo, se debe tener presente que en el nivel que estamos producto de las malas decisiones, jamás hubiese sido alcanzado si es que el Consejo Superior de la época hubiese cumplido el rol que le competía y que no fue cumplido, debido a la antigua dependencia del Consejo con la autoridad superior.
Debemos aprender de nuestros errores, debemos mirar el entorno y afinar nuestra visión, la que por nuestro rol de académicos y formadores deberá ser clara, amplia y crítica.
Los errores cometidos sobre la base de una legalidad que permite que la autoridad sea juez y parte, exigen cambios profundos y urgentes en la institución bajo el liderazgo del Consejo Superior, dado que la promesa de un Claustro se ve cada vez más difícil de realizar en las actuales condiciones.
Debemos transformarnos en ejemplo de gobernabilidad, descentralización y alta eficiencia. Se debe realizar una reingeniería de nuestra institucionalidad, que asegure la información, participación y control en todos los niveles de decisión.
Debemos trabajar por una carrera académica, que proporcione los mecanismos adecuados para el ingreso, la permanencia y desvinculación de los académicos, en un marco jurisdiccional que no puede depender de una sola persona, para lo cual se deben establecer las instancias de control, que desde mi punto de vista debe ser de competencia del Consejo de Facultad, quien en éste y otros aspectos importantes debe tener un rol resolutivo.
Mi compromiso es poner toda mi energía, mi experiencia, y mi lealtad en reformular nuestra institucionalidad, para que ésta tenga los canales adecuados de información, de participación y control, es decir, una institucionalidad descentralizada y eficiente en pro de su misión y de su visión, por lo tanto, mi compromiso es con la institución y sus estamentos desde una postura de independencia, de la que he dado prueba durante toda mi permanencia en esta Universidad.
Confiando en que vuestro compromiso con la institución, les conducirá por la senda académica de la que nunca debimos haber salido, de acuerdo a la gran responsabilidad que nos compete, y considerando las graves consecuencias de nuestros errores, les invito a que juntos participemos del inmenso desafío de rehacer el camino conducente a la recuperación de las confianzas y de la credibilidad frente a nuestros estudiantes y a la sociedad, especialmente en consideración a los últimos acontecimientos de alta connotación pública.
Un cordial saludo,
HUGO GONZÁLEZ ALARCÓN
PROFESOR ASOCIADO
DEPT: ESTADÍSTICA Y ECONOMETRÍA
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN Y ECONOMÍA