ESTE VIERNES PRIMERO DE ABRIL HA FINALIZADO CASI COMPLETAMENTE EL PROCESO DE NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE LA UTEM Y LOS NUEVOS DECANOS, JUNTO A LOS CONSEJEROS SUPERIORES, DEBERÁN ASUMIR LA ENORME RESPONSABILIDAD DE ENFRENTAR LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD QUE TENDRÁ LA UTEM PARA ACREDITARSE EN SU CONDICIÓN DE AUTONOMÍA UNIVERSITARIA.
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Sin duda, no será una tarea fácil. Los gravísimos problemas internos no son, ni han sido fáciles de maquillar; las experiencias anteriores lo ha han señalado con claridad, pese a todas las expectativas de apoyos políticos ya no vigentes.
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Intentar acreditarse nuevamente, mediante el mismo procedimiento de automaquillaje con documentos débiles, ya sea por la ambigüedad o por la formulación de propósitos sin respaldo financiero ni pruebas eficientes de que se está caminando en esa dirección, será una "Crónica de una muerte anunciada".
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Por primera vez, los Srs. Decanos se verán en la encrucijada de asumir sus responsabilidades, con la garantía de cuatro años de gobierno de sus Facultades, mirando no a una posible reelección, si no atendiendo a la Supervivencia de la Autonomía Universitaria de la UTEM.
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El clientelismo electoral que ha regido desde la creación de las estructuras democráticas de la UTEM, ha sido la principal causa del proceso de decadencia institucional. Pero todo tiene un límite, lo que vale para todas las autoridades, desde la Rectorial a la Departamental.
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Las autoridades que no quieran asumir este costo de terminar con el criterio del clientelismo en la toma de sus decisiones, deberán pagar uno mucho mayor, pues perderán toda oportunidad, tanto para ellos como para sus clientes, de continuar en el ejercicio de sus funciones con el 'status' de "académicos" que el Estado de Chile les ha entregado por muchos años.
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Sin duda es doloroso tomar decisiones que pueden perjudicar a quienes confiaron tener una protección especial para ejercitar algunos privilegios, sin embargo, a la larga es mucho más doloroso para todos tener que sufrir las consecuencias de la falta de valor.
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Seguir impidiendo, con o sin múltiples subterfugios la aplicación de un sistema de evaluación académica serio es impresentable e inaceptable. En este momento, casi todos los Electos tienen la suficiente autoridad moral para ponerlo en marcha y presentar resultados anta la nueva Comisión de Pares Evaluadores y a la CNA.
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No tener en funcionamiento los mecanismos de selección del Cuerpo Académico en cualquiera de sus niveles, también es impresentable e inaceptable, de acuerdo a los estándares de la Gestión Moderna.
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Pero para poder hacer cambios profundos se requier tener un cierto liderazgo. Y, este a su vez requiere de una gran cantidad de condiciones personales y sociales, donde la legitimidad ante sus pares es condición 'sine qua non'.
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Parte importante de esta legitimidad la tienen hoy casi todas la autoridades investidas en sus cargos en el día de ayer por el Sr. Rector, dado que fueron electos por sus propios pares en condiciones reconocidamente democráticas.
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En consecuencia, el destino de la UTEM, ha quedado definitivamente en manos de las estructuras institucionales, con todos los defectos repetidamente denunciados; quedando pendiente ver si las múltiples autoridades electas tendrán el valor de enfrentar sus gravísimas tareas de acuerdo con los procedimientos democráticos transparentes establecidos en el país y en la UTEM.
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