SECRETARIO AFAUTEM, ALVARO MIRANDA ENVIA SENTIDA CARTA EN RELACIÓN AL FUNERAL DE COLEGA HOMERO LATORRE A.

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DE UTEM-TODOS.
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EXTRACTO :

"Espero aunar criterios y fuerzas

para  salir de esta situación"

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(A. MIRANDA)

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Estimados Comunidad UTEM

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Les dirijo esta misiva motivada por la triste partida de nuestro colega Homero Latorre Astudillo (QEPD) y la penosa forma en que se desarrolló su fallecimiento.

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Homero fue un gran amigo mío, como también de muchos otros en nuestra UTEM, su muerte ha sido un duro golpe para quienes le conocimos y nos ha dejado muy mal emocionalmente.

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Homero fue una persona que entregó un gran aporte a la UTEM. Su carácter un tanto duro y su vehemencia al exponer sus ideas y posiciones le hacían una persona, algunas veces, difícil de tratar. Homero no era una persona conciliadora y su exceso de energía en la defensa de sus principios y valores le hacían un hombre aguerrido y, algunas veces, un tanto brusco en su actuar, pero a pesar de la falta de tacto y diplomacia que en ocasiones lucía, él era un tipo honrado, leal, consecuente y trabajador.

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Homero fue de esas personas que se brindó por entero a la UTEM. Viajó muchas veces a innumerables congresos y seminarios en nombre de la UTEM, muchas veces pagándose todos los costos de sus visitas. Trabajaba de sol a sol, era muy habitual verlo todo el día hasta altas horas de la noche sumido en sus proyectos y clases. El laboratorio de informática era su segundo hogar.

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La UTEM perdió a un gran hombre y esta institución le debe mucho a Homero, el brindó muchos años de arduo trabajo para hacer de esta Casa de Estudios una mejor Universidad, aportando desde sus conocimientos y, por sobre todo, trabajando de manera honrada y leal. Nunca criticó a nadie por las espaldas, al contrario, todos aquellos que lo conocieron sabían de su franqueza y frontalidad para encarar lo que él consideraba incorrecto.

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La partida de Homero fue demasiado rápida, fue un golpe inesperado para todos los que lo conocimos. Una enfermedad fulminante acabó con su existencia y nos privó de su compañía y apoyo. Eso ha causado tristeza, en lo personal estoy muy triste por esta situación, ya que toda pérdida humana es lamentable y la de Homero más aun, pero me ha dolido tanto más que su partida, las circunstancias en la que Homero falleció y en la que se desarrolló su funeral.

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Siendo Homero un académico con más de 20 años en la institución, siendo su calidad humana y honradez valores reconocidos por la amplia mayoría de la comunidad y habiendo aportado mucho a la UTEM, parece increíble que en el velatorio de Homero hubiese colegas y autoridades a los cuales la familia les pidió que no asistiesen.

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Resulta triste y preocupante que la partida de un colega tan querido por muchos en la UTEM, el cual aportó gran parte de su vida a nuestra Universidad, en donde las decenas de ex alumnos que concurrieron a velarlo dan cuenta del cariño, calidad y entrega con que hacía sus clases e investigaciones, se haya ido de espaldas a la UTEM.

No resulta lógico ni razonable todas estas situaciones. Como es posible que ante la muerte de un Académico el Rector este vetado siquiera de entrar a su funeral. Como los problemas y, a estas alturas, el odio que se ha generado en la Universidad hayan salido de nuestras oficinas y hayan llegado a nuestras familias. Como una familia puede sentir rencor y rabia contra la institución a la cual uno de sus integrantes dedicó parte de su vida y se desvivió por trabajar y empujar su desarrollo.

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La muerte de Homero me entristece, pero lamento más que ante su muerte la UTEM no le haya podido dar el adiós institucional que merecía.

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Entonces me pregunto ¿qué clase de Universidad hemos construido en estos últimos años?, ¿hasta dónde ha llegado nuestro odio e insana convivencia que no podemos enterrar a nuestros muertos?. Hasta donde va a llegar la dinámica del odio cimentado en acusaciones, sumarios y ataques, a donde nos va a llevar este estéril camino de la ingratitud.

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No me interesa analizar quienes son culpables e inocentes, creo que a estas alturas todos somos culpables, todos hemos construido un monumento de odio mutuo y si queremos tener UTEM el día de mañana esta situación debe terminar. Debemos frenar esta escalada de enemistad que hemos generado, de otra manera ya no tendremos siquiera calidad humana a la cual recurrir.

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Creo que debemos sentarnos a dialogar, para buscar una solución. Creo que el Sr. Rector debe asumir esta responsabilidad de llamar y poner el dialogo sobre la mesa, pero sobre la base de ceder y buscar acuerdos.

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Cualquier conversación sobre la base de la intransigencia e intolerancia está condenada al fracaso. En este sentido pongo a la AFAUTEM como actor mediador o como camino para buscar una mediación entre todos aquellos que estén a favor o en contra de Rectoría.

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Deseo que esta Universidad despida de manera digna y respetuosa a sus muertos, quiero que cada persona que colabora de manera honrada y leal a la UTEM el día que parta lo haga con el respeto de toda la comunidad, que nuestras diferencias sean sólo eso y no un odio enraizado en nuestros corazones, por que eso lo mata todo.

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Me quedo con las palabras de Don Renato Bucheisster en el velorio de Homero, “nunca conocí a una persona que pensara tan distinto a mi, en todo ámbito, pero debo reconocer que pocas veces en mi vida he conocido a una persona con la que compartiera tantos valores humanos, por ello, lo que me separaba de Homero era infinitamente menor que lo que me acercaba”.

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Estimados colegas y funcionarios esta UTEM está en una crisis humana y les pido a todos que sí deseamos seguir trabajando en esta Institución reflexionemos sobre nuestros errores y busquemos rápidamente caminos de dialogo y entendimiento, sobre la base del respeto mutuo, de otra manera estaremos enterrando a esta Universidad. Que la muerte de Homero no sea en vano.

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Cordiales Saludos,

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Alvaro Miranda Delgado

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Académico Departamento Industrias

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