EL "AGUJA" : EL 'CHORO' ACOSTUMBRADO A HACER SU VOLUNTAD A CUALQUIER PRECIO

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UNA TRAGEDIA PROVOCADA EN LAS CIRCUNSTANCIAS ADECUADAS

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Que las condiciones materiales de vida en las cárceles no son buenas, salvo en Noruega y algún otro país muy desarrollado, no cabe ninguna duda, por razones obvias.

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Sin embargo, la escasez de recursos no necesariamente implica que las condiciones sociales y culturales en las que se desenvuelven las personas en esas condiciones deban ser tan desastrozas como las que se viven en nuestras cárceles.

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En todas partes hay 'choros' que pretenden llevarse la mejor parte en cualquier situación sin importar lo que tengan que hacer para someter a los más pacíficos y menos  conflictivos.

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En la Cárcel de San Miguel, Gendarmería los mezclaba 'sabiamente', seguramente a pedido de los mandamases de cada pabellón, para que dispusieran de suficientes 'mocitos' y de proveedores o correos familiares con el exterior. Allí, y en muchas otras, todo se paga, desde el balón de gas prohibido, pasando por los celulares y finalizando con las drogas y el alcohol.

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El "Aguja" ese fatídico día,  molesto por que habían enviado a su 'privilegiado' pabellón  a un sujeto que le desagradaba, no encontró nada mejor que amenazarlo con un lanzallamas artesanal, sin importarle las casi inevitables consecuencias que se podrían producir.

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Las características personales del "Aguja", sin duda no eran desconocidas para nadie en Gendarmería, sin embargo, lo dejaban encerrado en las noches junto a un regimiento de jóvenes primerizos que incapaces de defenderse lo reconocían como su jefe,  amo  y señor, en medio de una singular democracia fundada en la audacia y la fuerza.

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"Agujas" hay muchos y muchas, en casi todas partes. No es necesario hacer un gran  esfuerzo para verlos actuando con una audacia increíble, sin importarles si la organización en la que se encuentran puede perecer como consecuencia de sus caprichos incontrolados.

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Las mayorías, constituidas por lo general por personas más pacíficas sólo deben prevenir que estos sujetos tomen el control social de sus organizaciones, pues cuando lo hacen,  generalmente es demasiado tarde para reaccionar.

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