LA URGENCIA DEL PROCESO DE ACREDITACIÓN : EL CONTADOR REGRESIVO QUE MOLESTA A ALGUNOS MÁS QUE A OTROS

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LA IMPORTANCIA DEL PROCESO DE ACREDITACIÓN : UN CONSENSO TOTAL
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Faltando más o menos tres meses para presentar a la CNA nuestro primer informe para iniciar formalmente el proceso de acreditación institucional, cada día que pasa incrementa el llamado a nuestra responsabilidad para cumplir las metas requeridas.
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Para contribuir a que todos los lectores del blog tomen conciencia de que esta etapa tiene un plazo definido e inedulible se instaló en el encabezamiento de la columna derecha el contador regresivo que hoy marca un plazo de aproximadamente 86 días corridos para entregar el informe preparado en la UTEM y que leerán los pares evaluadores antes de realizar sus visitas y entrevistas a los diferentes actores universitarios.
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Sin duda, todos los académicos JC y muchos MJ y JP deberán realizar tareas ligadas a este proceso, tanto en aspectos docentes como administrativo-financieros, concientes de que en este proceso se están jugando las posibilidades de desarrollo de nuestra universidad.
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Quienquiera que sea entrevistado deberá estar debidamente preparado para responder por las políticas que se implementarán para sacar la UTEM de la actual situación, como consecuencia de su integración al proceso de autoevaluación como al diseño del plan de acción remedial.
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No cabe esperar que las respuestas adecuadas sean fruto de un adiestramiento más o menos forzado de carácter vertical, como ocurrió en el proceso anterior, pues el tipo de respuestas que se producen en esas condiciones son muy notorias.
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La creciente conciencia de esta necesidad ha hecho que en algunas Facultades se esté logrando un consenso de propósitos y acciones tendientes a movilizar los recursos humanos bajo el liderazgo simultáneo de los Decanos, Directores de Departamentos y Secretarios de Facultad.
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Sin duda es una molestia que nos estén recordando continuamente que el tiempo se acaba, pero evitarnos esa molestia sería algo mucho peor.
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Asi mismo, es una molestia que se nos formulen críticas por algunas decisiones que no parecen muy afortunadas en vistas de la anhelada acreditación.
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Probablemente, dichas críticas debieran hacerse en forma privada y no públicas, tal como lo han señalado algunos colegas, debido a que podrían estar generando desconfianza en la capacidad de las autoridades para conducir este proceso crucial, y en consecuencia debilitar las energías requeridas para realizar las tareas necesarias.
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Sin embargo, pese a no desconocer el argumento anterior, no debemos olvidar que estamos en una organización universitaria de carácter profundamente democrática, racional y crítica; y, quien la conduce, debe hacerse cargo de la solidez de las argumentaciones que deben acompañar sus decisiones.
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De otro modo, a falta de una crítica racional y explícita, nos sumergiremos en un mar de rumores y comentarios de pasillos imposibles de analizar y responder, tal como ocurrió recientemente a la salida de la reunión convocada para poner en marcha el proceso de auto evaluación, la que dejó una fuerte sensación de malestar en muchos de los asistentes a dicha reunión.

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Por nuestra parte agradecemos una vez más los numerosos comentarios de nuestros amigos y colaboradores, que nos informan de las diferentes situaciones que se viven al interior de la universidad y de sus opiniones, pues contribuyen a explicitar el sentir de una parte considerable de nuestra comunidad.
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Claudio Vila C.