AGRADECIMIENTOS A LA COMUNIDAD UTEM
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(DE UTEM-TODOS)
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ESTIMADA COMUNIDAD :
Hoy se cumple un mes desde que recibiera la carta de aceptación de renuncia al cargo de Jefe de la Unidad de Títulos y Grados por parte de la señora Rectora Subrogante de nuestra institución, que dentro de sus prerrogativas, tomó esta decisión.
Diversas causales ocasionadas por los cambios de planta me colocaron en una situación de inestabilidad laboral permanente al considerarse el cargo de Jefatura de Departamento como un cargo directivo que, en definitiva, fue encasillado como “cargo de confianza”, situación que redunda en la confianza y voluntades de quienes se encuentren a cargo del gobierno universitario imperante, contextualizado en lo que otrora fuera un cargo de carrera, donde saberes, conocimientos, experiencias, habilidades y destrezas, servidas con vocación de servicios y profesionalismo (marco paradigmático señalado por la Administración Pública), pasa a tener un carís netamente político.
Como ser humano, el cese de funciones, me provocó innumerables pensamientos, rogando a Dios que me diera la fuerza para salvar mi propia humanidad, es decir, comprender la situación sin pasiones extremas, manteniendo un equilibrio racional y emocional, sin resquemores, sin sentirme dañada, perdonando, analizando mi yo y mis circunstancias, buscando superación espiritual que, a fin de cuentas, es lo que tranquiliza y da fuerzas tras la búsqueda de una reinvención hacia una nueva vida.
Entonces llegó la ayuda incondicional de Dios que siempre está a nuestro lado, brindándome el mejor de los refuerzos que en vida pueda tener persona alguna. Me refiero, en concreto, al gran homenaje y reconocimiento a mi labor profesional con que ustedes me galardonaron y obsequiaron, el apoyo desinteresado y generoso recibido, unidos como un solo cuerpo institucional, sin condicionantes políticas, sociales o religiosas, abogando por una postura de mayor justicia, cuyo resultado se me dio a conocer en el día de ayer, es decir, he sido contratada para servir funciones de asesoría profesional.
Hoy se cumple un mes desde que recibiera la carta de aceptación de renuncia al cargo de Jefe de la Unidad de Títulos y Grados por parte de la señora Rectora Subrogante de nuestra institución, que dentro de sus prerrogativas, tomó esta decisión.
Diversas causales ocasionadas por los cambios de planta me colocaron en una situación de inestabilidad laboral permanente al considerarse el cargo de Jefatura de Departamento como un cargo directivo que, en definitiva, fue encasillado como “cargo de confianza”, situación que redunda en la confianza y voluntades de quienes se encuentren a cargo del gobierno universitario imperante, contextualizado en lo que otrora fuera un cargo de carrera, donde saberes, conocimientos, experiencias, habilidades y destrezas, servidas con vocación de servicios y profesionalismo (marco paradigmático señalado por la Administración Pública), pasa a tener un carís netamente político.
Como ser humano, el cese de funciones, me provocó innumerables pensamientos, rogando a Dios que me diera la fuerza para salvar mi propia humanidad, es decir, comprender la situación sin pasiones extremas, manteniendo un equilibrio racional y emocional, sin resquemores, sin sentirme dañada, perdonando, analizando mi yo y mis circunstancias, buscando superación espiritual que, a fin de cuentas, es lo que tranquiliza y da fuerzas tras la búsqueda de una reinvención hacia una nueva vida.
Entonces llegó la ayuda incondicional de Dios que siempre está a nuestro lado, brindándome el mejor de los refuerzos que en vida pueda tener persona alguna. Me refiero, en concreto, al gran homenaje y reconocimiento a mi labor profesional con que ustedes me galardonaron y obsequiaron, el apoyo desinteresado y generoso recibido, unidos como un solo cuerpo institucional, sin condicionantes políticas, sociales o religiosas, abogando por una postura de mayor justicia, cuyo resultado se me dio a conocer en el día de ayer, es decir, he sido contratada para servir funciones de asesoría profesional.
Lo anterior, me impulsa a expresarles mis mas profundos agradecimientos por tenerme en alta estima como profesional y persona, por haber contribuido a este crecimiento espritual.
GRACIAS
Sra. Rectora Subrogante por su generosa oferta.
Sr. Secretario General, por su inestimable apoyo y consideración.
Sr. Jefe del Departamento de Recursos Humanos, por las diligencias efectuadas.
En especial :
A don Manuel Jeria, ex Rector Subrogante del período de transición que me brindó su confianza por mi calidad profesional, a quien destaco por sus grandes capacidades de liderazgo demostrados en el marco académico y de gestión organizacional.
A don Luis Pinto, ex Rector del I.P.S. y posteriormente de la UTEM por sus amplias capacidades para buscar la justicia y la equidad y mi reconocimiento en la gestión para conseguir nuestro posicionamiento como Universidad y haber contribuido a proporcionar las primeras directrices organizacionales.
A don Claudio Vila, por haber proporcionado una cobertura de libre expresión a través del blog de académicos en un afán de proporcionar una comunicación oportuna a la comunidad y demostrar su preocupación por mi persona, resaltando su gran calidad humana.
A don Fernando Pinto, por su preocupación y asesoría en materias funcionarias quien a título personal me brindó apoyo con su experiencia como dirigente
A todos aquellos que, de una y otra forma, expresaron sus opiniones parapetados tras el anonimato, pero que lo considero para los tiempos que nos ha tocado compartir un acto de valentía.
Muy agradecida. A todos los funcionarios (as) que me demostraron el aprecio con flores, lágrimas e impotencia de no poder aportar con más. Gracias por este gran premio.
A todos aquellos que no utilizaron el lenguaje oral o escrito, pero que con una mirada o un gesto contribuyeron a engrandecer mi corazón dándome paz y tranquilidad.
A mis amistades que me rodearon de cariño desinteresado en todo momento, que dejaron sus propios problemas por atenderme, por aconsejarme y levantarme el ánimo. Para ellos mi eterna gratitud.
A cada uno de los integrantes del equipo de UTIGRA que me demostraron fehacientemente el agradecimiento y el gran cariño que me profesan y que me siento orgullosa de haberles transferido mis experiencias y conocimientos.
A TODOS, MI GRAN FAMILIA INSTITUCIONAL… MIL GRACIAS
Fresia Valverde Tomé
A todos aquellos que no utilizaron el lenguaje oral o escrito, pero que con una mirada o un gesto contribuyeron a engrandecer mi corazón dándome paz y tranquilidad.
A mis amistades que me rodearon de cariño desinteresado en todo momento, que dejaron sus propios problemas por atenderme, por aconsejarme y levantarme el ánimo. Para ellos mi eterna gratitud.
A cada uno de los integrantes del equipo de UTIGRA que me demostraron fehacientemente el agradecimiento y el gran cariño que me profesan y que me siento orgullosa de haberles transferido mis experiencias y conocimientos.
A TODOS, MI GRAN FAMILIA INSTITUCIONAL… MIL GRACIAS
Fresia Valverde Tomé
4 comentarios:
Querida y muy respetada Sra. Fresia, no debe agradecernos nada, todo lo contrarios, somos nosotros los que debemos pedirle disculpas por la atrocidad que se cometió en su contra y por los véjamenes que tuvo que soportar de parte de personas que no entienden ni están en condiciones, intelectuales ni éticas, de entender qué es una cultura universitaria respetuosa de la trayectoria académica y funcionaria.
En el pasado, un Presidente de la República, en un gesto cristiano y con viriles lágrimas, se dirigió a los familiares de las víctimas de graves violaciones a los Derechos Humanos para pedirles perdón a nombre de la nación chilena.
Siguiendo ese ejemplo, me dirijo a usted para pedirle perdón a nombre de la gran mayoría de los integrantes de la comunidad UTEM que la respetan como académica de excelencia, como funcionaria intachable y de brillante trayectoria y, sobre todo, como persona ejemplar e inspirada en altos valores éticos, los mismos que escasean en algunas personas que hoy ejercen inmerecidos cargos directivos.
Es la ÚNICA funcionaria rescatable de todas las administraciones anteriores
Que patético es todo....
Al parecer no estamos acostumbrados a leer o escuchar a seres humanos que hablan con el sentimiento, con el corazón bien puesto. Sólo nos hemos acostumbrado a escuchar a falsos profetas que con sus mentiras nos condujeron a la situación actual.
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