AFAUTEM: UNA ENORME RESPONSABILIDAD

LOS ACADÉMICOS Y FUNCIONARIOS DE LA UTEM HAN PUESTO SU CONFIANZA EN SUS ASOCIACIONES GREMIALES PARA LA DEFENSA DE SU UNIVERSIDAD.
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Debido a que los sistemas orgánicos de la universidad, pese a haber sido concebidos teóricamente como expresión de una voluntad democrática, fallaron estrepitosamente debido a los errores estatutarios y reglamentarios creados con posterioridad al retorno de la democracia en el país, y por otra, a la acción de un grupo de personas que traicionaron los ideales universitarios, la comunidad se volcó a sus antiguas y algo olvidadas Asociaciones Gremiales, como el mecanismo que podría una vez más aportar en la reconstrucción de las bases institucionales y a mejorar el clima organizacional destruido por el largo conflicto y la aplicación sistemática de un conjunto de políticas orientadas a dividir a todos los componentes de la comunidad.

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Sin embargo, en una mezcla de varios aciertos y algunos desaciertos, se observa una conducción algo errática e incomprensible, para muchos de los que pusimos nuestra confianza en la actual directiva.

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Es indispensable que la Directiva se coordine mejor y distinga entre las opiniones personales de sus miembros, derecho que nadie discute, y las posturas oficiales de la Directiva, y con mayor razón de los acuerdos adoptados en Asamblea (cualquiera sea la concurrencia a éstas).

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Los acuerdos de Asamblea, independientemente de las opiniones de la Directiva deben ejecutarse con prontitud y diligencia, pues de otro modo, resultan extémporaneas y pierden su sentido y parte importante de su eficacia.

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Algo de esto ha ocurrido con el Plebiscito, que demoró su implementación más de la cuenta, y que su realización se confundió con la elección de Consejeros.

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Más importante aún es el acuerdo de Asamblea de contratación de un abogado, altamente calificado en asuntos gremiales y Estatuto Administrativo del sector público, para que estudie en profundidad nuestros confusos estatutos y reglamentos, y pueda aconsejar y/o representarnos en Tribunales en el momento necesario.

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No puede esperarse que surja un conflicto importante para realizar una consultoría jurídica de urgencia a profesionales que no están debidamente preparados para la ocasión. En el Derecho existen las especialidades al igual que en la Medicina, por lo tanto, no cabe la improvisación.

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Urge que la Directiva en pleno seleccione un jurista calificado y lo presente a la comunidad de la Asociación, para que este se pueda poner a estudiar nuestra juriprudencia y sus múltiples interpretaciones, fruto de la improvisación con que fueron elaboradas muchas de ellas en el Claustro de 1988/89, y de la falta de sistematización en la que quedaron durmiendo por dos decadas.

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Si de verdad estamos hablando de un nuevo Claustro para reformar los estatutos y reglamentos, con mayor razón debemos contar con un equipo jurídico ad-hoc, que nos asesore directamente desde el punto de vista gremial.

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Probablemente, de haberse resuelto este asunto más oportunamente, con seguridad no nos habíamos visto sometidos a la penosa tramitación de la jerarquización en Contraloría ni a la vergonzosa situación del Tricel para la elección de Consejeros, donde algunos académicos aficionados al derecho campeaban haciendo interpretaciones sui generis y lecturas descontextualizadas del reglamento de elecciones.

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Nuestra confianza sigue puesta en nuestra Asociación de Académicos y los funcionarios de la Universidad han buscado una solución alternativa para poder sentir sus inquietudes debidamente representadas.

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La defensa de nuestra universidad es un principio incuestionable en las condiciones de crisis a la que nos vemos enfrentados y que podría agravarse en caso que la crisis económica y financiera mundial nos alcance en pleno, y los juicios y compromisos que hemos heredado de la anterior administración nos golpeen de lleno.

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Sin duda, los colegas que han asumido esta responsabilidad sabrán ponerse de acuerdo y resolver los problemas de organización interna que los complica. Todos tiene un fuerte vínculo con la UTEM y su destino histórico y sabrán superar las dificultades.

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Con un saludo afectuoso, en mi propio nombre y el de los múltiples colegas que me han hecho llegar sus inquietudes al respecto, les deso unas buenas vacaciones.

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Claudio Vila Ceppi

(ex Presidente y Cofundador de la Asoc. de Acad. de la UTEM)