CAMBIOS ESPERADOS O DESEADOS
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El periodo de reflexión que se inició con las vacaciones de Febrero, probablemente de sus frutos visibles en los primeros días de Marzo.
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El cuasi fracaso de la acreditación, pese a todas las expectativas y los esfuerzos realizados por los mandos medios y algunos superiores, durante casi todo el año 2010, obliga a una evaluación de todos los puntos débiles que dieron lugar a ese lamentable resultado.
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A contar del 1º de Marzo, sólo se dispondrá de seis meses para corregir las deficiencias que han quedado manifiestas en los informes orales y escritos de los Pares Evaluadores, tanto los simulados como los oficiales, que se agregan al veredícto fundado de la CNA.
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Técnicamente, no pareciera muy difícil corregir lo observado o criticado. Pero políticamente la solución se ve muy difícil.
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El esquema de gobierno desarrollado hasta ahora y que tiene atrincherada y aíslada a la rectoría del resto de la comunidad debería ser cambiado radicalmente; en caso contrario, a fines de este año el Sr. Rector se estaría jugando su gobernabilidad en un eventual y probable nuevo rechazo de la CNA.
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Los resultados de las recientes elecciones de Consejeros Superiores, Decanos y Directiva de la AFAUTEM han sido suficientemente claros al respecto.
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Una Jefatura de Gabinete, que mas se parece en algunas ocasiones a una Prorectoría; una Vicerrectoría Académica que se aprecia demasiado débil en las difíciles circunstancias que le ha tocado actuar enfrentada a niveles jerárquicos inferiores; una Contraloría Interna heredada de las rectorías anteriores, sin peso jurídico ni legitimada por el Consejo Superior; una Dirección Jurídica, también heredada, sin experiencia ni nivel técnico adecuado; una Dirección de Acreditación que carece del liderazgo mínimo requerido para conducir el complejo proceso de acreditación; un staff del tercer nivel jerárquico sin peso académico ni técnico ni político y que interviene en las principales decisiones como si constituyeran un Parlamento o Senado designado, etc., etc. ; no parecieran augurar un buen futuro institucional.
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Agréguese a lo anterior que los más altos personeros de las rectorías anteriores se están reorganizando y haciendo sentir su fuerza en las futuras decisiones institucionales.
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Las consecuencias de lo señalado anteriormente apuntan directamente a los cambios esperados por esa mayoría utemiana, particularmente silenciosa.
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En primer lugar, se espera un cambio radical en la estructura y componentes de la VRAC; poniendo de pasada la Dirección de Acreditación bajo su dependencia.
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En segundo lugar, un cambio a fondo de la Contraoría Interna, trayendo en calidad de suplentes o subrogantes, previo acuerdo con el Consejo Superior, alguna personalidad con trayectoria anterior probada, como sería la Sra. Isabel Mercadal o la Sra. Clara Viviani, dejando de lado por el momento la peregrina idea de llamar a Concurso dicho cargo, pues el tiempo disponible ya no lo permite. Complementariamente, la Dirección Jurídica debiera ser subrogada por quien fuera exhonerado injustamente por haber dificultado algunas de las maniobras que se intentaron para prorogar la Subrogancia rectorial, dando siempre muestras de buen criterio jurídico.
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En tercer lugar, restablecer en plenitud y respetar las atribuciones del Consejo Académico, dejando de lado ese instrumento extra legal de los Comités rectoriales en los que se pretende tomar decisiones por encima de las atribuciones propias de dicho Consejo.
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Finalmente, respetar el espíriritu y no sólo la letra de las atribuciones del Consejo Superior, atendiendo como corresponde sus acuerdos y facilitando su participación con la debida descarga de actividades docentes para que puedan atender debidamente sus obligaciones legales de Control, Supervisión y Orientación de los Planes de Desarrollo institucionales.
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Y, quizás así, se logre mejorar las expectativas del proyecto de Acreditación 2011.
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12 comentarios:
Excelente análisis. En cuanto a la Contraloría Interna podría agregarse su evidente falta de independencia e idoneidad profesional para afrontar los desafíos que plantea hoy en día un control administrativo efectivo y moderno, sin olvidar la incapacidad para superar problemas de arrastre, consecuencia de no haber cumplido a cabalidad sus funciones.
Los informes de Contraloría General del último tiempo son claros y categóricos en tal sentido.
Se requiere una reingeniería a fondo, que pasa necesariamente por cambios cualitativos, es decir, cambios de jefaturas y equipos.
La Dirección Jurídica ha incrementado su dotación en el último año, pese a lo cual sigue exhibiendo un desempeño muy cuestionable, al punto que la misma Contraloría General acusa el incumplimiento de la orden de informar que ha dirigido a la UTEM.
Clara e indesmentible señal de que es tiempo de un cambio profundo en esa unidad, dotándola de profesionales que estén a la altura de los desafíos y de una calidad sí equiparable a las remuneraciones que se está pagando a sus actuales integrantes.
La mediocridad generalizada de esta gestión ha producido un ostracismo directivo y ejecutivo que nos tiene casi inmovilizados tanto en lo académico como en lo administrativo y jurídico.
Hemos perdido nuestra capacidad de responder a las exigencias que el medio nos impone y esta situación no se puede revertir simplemente con mas reglamentos, disposiciones y medidas paliativas, hay que cambiar personas y no papeles, la mediocridad sólo se combate con meritocracia.
El Rector no escucha, atribuye las críticas a una suerte de estilo infaltil de la UTEM. ¿Será que está muy viejo? ¿Cómo hacer para que escuche de verdad?
Sr. Editor:
Tengo una duda que me gustaría que me aclararan, siempre en el blog manejar información antes que el resto de los que pertenecemos a la universidad, ¿Cuan cierta es la posibilidad de reestructuración?
La reestructuración no es una posibilidad, es una necesidad.
La información con que contamos en el blog es en su mayoría de carácter público, la que es sometida a análisis para derivar las consecuencias lógicas de los hechos observados.
Respecto de una posible reestructuración institucional, cabe señalar que esto es muy difícil de realizar, pues deben conjugarse las opiniones del MINEDUC, que se expresa a través de sus Consejeros Superiores, y de una mayoría de los Consejeros electos por los Académicos (incluido el Sr. Rector).
Sin embargo, si durante el curso del presente año, no se observan progresos notorios en el proceso de aceditación ( que no será fácil), esa posibilidad se irá haciendo cada vez más evidente, dado que la actual acreditación concedida por un año tiene un carácter condicional.
Obviamente, si al cabo del año, la UTEM no acredita por lo menos por dos años, la Reestructuración será un hecho: Sí ó Sí.
Sin embargo, la gravedad de un hecho como ese, seguramente hará reflexionar oportunamente al Gobierno y sus Consejeros, que presionarán para lograr una suerte de 'REESTRUCTURACIÓN' pactada y negociada en los más altos niveles, de acuerdo a las normas políticas ususales en nuestro país.
En todo caso, eso no es ninguna novedad en la UTEM considerando la forma sutil que utilizó el gobierno anterior para sacar en forma pactada al Sr. Avendaño de su cargo.
A este respecto, no existe ningún elemento de juicio para pensar que el actual gobierno actuará de forma menos sutil que el anterior.
En conclusión, vestida de una u otra forma, es muy probable que durante el año se produzca una suerte de 'reestructuración'
Cuesta entender el calificativo de SUTIL que el comentarista anterior le adjudica a la tosca y torpe intervención del gobierno de M. Bachelet para reemplazar a M. Avendaño por su Subrogante mediante un circo seudo electoral que fuera convocado por los Consejeros Superiores Gubernamentales y dos Consejeros Académicos y avalado por los dos Decanos de la Casa Central.
Un poco más sutil fue la segunda intervención que impidió que la rectoría subrogante se instalara a perpetuidad usando triquiñuelas legales o seudo legales.
Bastante más sutil fue la demora, sin explicación, en la designación del Sr. Pinto como rector después de haber sido elegido por una fuerte mayoría en la segunda vuelta.
Pero, la primera decididamente no fue sutil.
Sr. Comentarista de las 08:32 :
Para muchos de los académicos y funcionarios de la UTEM la intervención para sacar al Rector fue bastante tosca.
Sin embargo, el calificativo de sutil se aplica a la mayoría de nuestros estudiantes y al conjunto de la opinión pública nacional que se tragó el cuento y quedó completamente tranquila.
Lo anterior quedó definitivamente consagrado con el anodino y diluido informe de la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados.
Desde ese punto de vista, la intervención fue bastante sutil, pese a la sustracción de los Discos Duros.
Si en marzo no hay cambios radicales y profundos en la Dirección Jurídica y en la Contraloría Interna, el pronóstico estará definido para el resto del año: iremos de mal en peor.
Por favor no confundir reorganización con reestructuración, tienen connotaciones jurídicas distintas. Reestructurar significa que todos los funcionarios, académicos y no académicos pierden sus plantas, entre otras cosas. Es indudable que hay muchos que tienen plantas que ya no debieran estar en la UTEM, ya que son cero aporte, pero para sacarlos hay otros instrumentos, sobre todo en basE a una evaluación seria. La UTEM necesita una profunda reorganización académica y administrativa teniendo como único norte la excelencia académica y eficiencia administrativa. No puede ser que existan secretarias de secretarias, directores de departamentos que no tienen ni cinco miembros. La burocracia es demasiado grande e ineficiente, cómo es posible, por ej., que un contrato a honorarios pase pos 17 escritorios, pasando hasta tres veces por el mismo etc. etc.se debe revizar la estructura de las facultades, departamentos, escuelas, vicerrectorías, direcciones, etc.existe en la actualidad más jornadas completas dedicadas a la burocracia que al trabajo académico y lamentablemente los mediocres se pelean esos cargos, bueno hay mucho que reformar y reformular en la UTEM , pero con la actual Dirección, sin ningún liderazgo claro y visión estratégica todo quedará en el Blog y punto.
Por favor no confundir reorganización con reestructuración, tienen connotaciones jurídicas distintas. Reestructurar significa que todos los funcionarios, académicos y no académicos pierden sus plantas, entre otras cosas. Es indudable que hay muchos que tienen plantas que ya no debieran estar en la UTEM, ya que son cero aporte, pero para sacarlos hay otros instrumentos, sobre todo en basE a una evaluación seria. La UTEM necesita una profunda reorganización académica y administrativa teniendo como único norte la excelencia académica y eficiencia administrativa. No puede ser que existan secretarias de secretarias, directores de departamentos que no tienen ni cinco miembros. La burocracia es demasiado grande e ineficiente, cómo es posible, por ej., que un contrato a honorarios pase pos 17 escritorios, pasando hasta tres veces por el mismo etc. etc.se debe revizar la estructura de las facultades, departamentos, escuelas, vicerrectorías, direcciones, etc.existe en la actualidad más jornadas completas dedicadas a la burocracia que al trabajo académico y lamentablemente los mediocres se pelean esos cargos, bueno hay mucho que reformar y reformular en la UTEM , pero con la actual Dirección, sin ningún liderazgo claro y visión estratégica todo quedará en el Blog y punto.
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