jueves, 18 de noviembre de 2010

ELECCIONES DE AFAUTEM

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto no tiene nombre, buscarán todos los resquicios y las oportunidades para llegar al poder.

Nuestro Rector debe apurar esos sumarios y sancionar como corresponde, esa será la única manera de eliminar la fuerte amenaza que estos señores representan.

Anónimo dijo...

Esta carta y las peticiones de la colega Pino tienen una relación estrecha, no son el simple resultado de la casualidad.

Existe un serio peligro de caer en la ingobernabilidad dado el notorio esfuerzo de quienes hace dos años hubo que alejar de poder por corrupción por recuperar los espacios de poder a toda costa.

Dada la difícil situación de conflicto interno irreconciliable nuestro Rector ha debido tomar ciertas precauciones que le permitan organizar los trabajos de recuperación financiera y organizacional.

El actual consejo superior es autodestructivo y puede llegar a ser capaz de acabar con lo poco que queda de la UTEM, ejemplos hay muchos acerca del esfuerzo por enlodar nuestra imagen externa de algunos de sus miembros como para confiar en ese cuerpo colegiado para las grandes decisiones y desafíos que nos quedan por enfrentar.

Nuestro Rector, elegido por sus pares democráticamente por amplia mayoría posee la credibilidad suficiente como para que lo dejemos aplicar ciertas medidas drásticas durante el tiempo que sea necesario para aunar voluntades y esfuerzos en torno a la misión de nuestra institución.

En un futuro no lejano, terminará el peligro que representan ciertos personajes y podremos tener una universidad gobernable y viable.

Por lo demás debo agregar que durante el gobierno de quién Pino representa jamás hubo un consejo superior u otro organismo que actuara en forma democrática y acorde a los estatutos, estos nunca han sido respetados hasta la fecha.

¿Con qué respaldo emite juicios tan incisivos siendo que en la realidad nunca ha habido un gobierno universitario serio?

Anónimo dijo...

El comentarista que indica que nunca ha habido un gobierno universitario serio, tiene toda la razón, pero el actual, lleva el pandero.

Si prejuiciamos a todos y todas por que creemos que desean un mal, no estamos siendo objetivos.

NUNCA existió una situación como la actual en que todo el mundo está nombrado a dedo y se nos tiene en un total oscurantismo, ni siquiera en los tiempos de la dictadura.

Veáse en eso la razón de la "relación estrecha" ya que todos debemos recordar que más de un 90 % votamos por Avendaño en una primera vuelta y muchos menos por Pinto, en una segunda vuelta.

Yo voté por ambos y estoy igual de arrepentido...

Anónimo dijo...

Sr. comentarista de las 01:21, sus palabras denotan la posición que tiene.
Debo recordarle que gran parte de la institucionalidad de la UTEM fue obra y gracia del rector que usted considera una paladín de la regularización.
Si pues, ni Miguelito fue tan fructífero en concebir mecanismos para mantenerse en el poder y los más antiguos en la Universidad lo saben.
Lo que vemos hoy en día, señor comentarista, no es una "confesional" tarea de purificación de la UTEM, sino un desquite canalizado en sumarios, nada más. Si esto no fuese así, ¿por qué hasta la fecha no se ha instruido sumario al Director Jurídico por recibir asignaciones indebidas?, ¿por qué no se ha instruido sumario al Contralor Interno (S) por hechos que debieron considerarse en el sumario de San Fernando?, ¿por qué se mantiene como directivo a un señor que está siendo investigado por la Contraloría General por conductas impropias?, suma y sigue.
La decencia es una sola señor comentarista; no tiene bando ni depende de la conveniencia del momento.
Por eso la actitud de la Sra. Pino, lejos de representar una amenaza para lo que usted considera una sacrosanta labor rectorial, muestra una evolución hacia lo que siempre debió ser el Consejo Superior: un contrapeso al poder cesariano del rector y un instrumento eficaz en la salvaguarda de los intereses superiores de la Universidad.

CIUDADANO dijo...

En lo que siempre debió ser el Consejo Superior, cabe reconocer la labor de don Claudio Vila. En el tiempo que ejerció como integrante de ese máximo órgano de gobierno universitario, trató hacer de éste un eficaz mecanismo de control de la gestión y de regularización de una institucionalidad quebrantada; labor cumplida pese a la poca colaboración de la Controlaría Interna.

Claudio Vila Ceppi dijo...

.
A los Consejeros Superiores que asumieron en Enero del año 2009, les correspondió enfrentar la elección de Rector durante el difícil período de la Rectoría (s), cuyo estilo de gobernar continuó con las viejas prácticas institucionalizadas de poca TRANSPARENCIA.

Durante ese periodo, tres de los Consejeros Superiores, incluida la Rectora (s) se presentaron como candidatos a Rector.

Sin embargo, pese a las tensiones sufridas y algunas manipulaciones externas, se logró convocar la elección y reformar el Reglamento de Elecciones en algunos aspectos relevantes para evitar algunos vicios electorales tradicionales, gracias al fuerte apoyo de los Consejeros de Gobierno en esa instancia.

Pese a las grandes diferencias de opiniones y posiciones de los cinco integrantes académicos del Consejo, logramos coordinar en diversas oportunidades nuestros esfuerzos`por recuperar el espíritu universitario y restablecer el Fair Play en el juego democrático interno.

Finalizado el periodo de Transición, nos correspondió enfrentar el inicio de la rectoría del Sr. Pinto e intentar hacer respetar las prerogativas del Consejo Superior en sus roles y funciones fundamentales, apuntando además a la Transparencia del Quehacer Universitario, exigiendo la divulgación de documentos importantes como la Programación Académica, los informes financieros y las Actas del Consejo Superior.

Lamentablemente, esa tarea quedó trunca en parte por la ley de Retiro y por la Designación de uno de los Consejeros como Vice Rector Académico.

En todo caso es necesario señalar que la tareas del Consejo Superior son particularmente difíciles de realizar por el gran desvalance de poder establecido en nuestros estatutos y reglamentos, que prácticamente exigen el acuerdo de casi todos los Consejeros Internos con los de Gobierno para lograr conseguir un cierto equilibrio de fuerzas.

Prueba lamentable de este desequilibrio es la permanencia del Contralor interno (S), nombrado por la Sra. Rectora (s), pese a todas las múltiples peticiones realizadas para que fuera reemplazado mediante un Concurso Público donde pudiera participar y ejercer sus derechos el Consejo Superior.

En consecuencia, los graves dilemas que se deben resolver en el más breve plazo pasan necesariamente por un diálogo cuerdo de los Consejeros Académicos con los Conejeros de Gobierno, lo que se podrá lograr en la medida que la Comunidad Académica se resuelva a elegir en Diciembre a sus representantes con condiciones de establecer ese diálogo en forma fructífera y responsable.

De otro modo, los niveles de Gobierno Superiores se formarán una pésima opinión de quienes errónemante entregaron el mandato de la representación del cuerpo académico.

Claudio Vila C.
Ex Académico y Ex Consejero Superior

Claudio Vila Ceppi dijo...

.
A los Consejeros Superiores que asumieron en Enero del año 2009, les correspondió enfrentar la elección de Rector durante el difícil período de la Rectoría (s), cuyo estilo de gobernar continuó con las viejas prácticas institucionalizadas de poca TRANSPARENCIA.

Durante ese periodo, tres de los Consejeros Superiores, incluida la Rectora (s) se presentaron como candidatos a Rector.

Sin embargo, pese a las tensiones sufridas y algunas manipulaciones externas, se logró convocar la elección y reformar el Reglamento de Elecciones en algunos aspectos relevantes para evitar algunos vicios electorales tradicionales, gracias al fuerte apoyo de los Consejeros de Gobierno en esa instancia.

Pese a las grandes diferencias de opiniones y posiciones de los cinco integrantes académicos del Consejo, logramos coordinar en diversas oportunidades nuestros esfuerzos`por recuperar el espíritu universitario y restablecer el Fair Play en el juego democrático interno.

Finalizado el periodo de Transición, nos correspondió enfrentar el inicio de la rectoría del Sr. Pinto e intentar hacer respetar las prerogativas del Consejo Superior en sus roles y funciones fundamentales, apuntando además a la Transparencia del Quehacer Universitario, exigiendo la divulgación de documentos importantes como la Programación Académica, los informes financieros y las Actas del Consejo Superior.

Lamentablemente, esa tarea quedó trunca en parte por la ley de Retiro y por la Designación de uno de los Consejeros como Vice Rector Académico.

En todo caso es necesario señalar que la tareas del Consejo Superior son particularmente difíciles de realizar por el gran desvalance de poder establecido en nuestros estatutos y reglamentos, que prácticamente exigen el acuerdo de casi todos los Consejeros Internos con los de Gobierno para lograr conseguir un cierto equilibrio de fuerzas.

Prueba lamentable de este desequilibrio es la permanencia del Contralor interno (S), nombrado por la Sra. Rectora (s), pese a todas las múltiples peticiones realizadas para que fuera reemplazado mediante un Concurso Público donde pudiera participar y ejercer sus derechos el Consejo Superior.

En consecuencia, los graves dilemas que se deben resolver en el más breve plazo pasan necesariamente por un diálogo cuerdo de los Consejeros Académicos con los Conejeros de Gobierno, lo que se podrá lograr en la medida que la Comunidad Académica se resuelva a elegir en Diciembre a sus representantes con condiciones de establecer ese diálogo en forma fructífera y responsable.

De otro modo, los niveles de Gobierno Superiores se formarán una pésima opinión de quienes errónemante entregaron el mandato de la representación del cuerpo académico.

Claudio Vila C.
Ex Académico y Ex Consejero Superior

Anónimo dijo...

Es cierto lo que dice el profesor Vila. Es inexplicable que aún sigan los Rivera Nolf boys haciendo de las suyas en el área jurídica.
La porfía está demostrando sus consecuencias.

Anónimo dijo...

Sería imposible gobernar con los actuales consejeros superiores y con decanos y directores de departamento electos, no habría acuerdos y se formarían verdaderos feudos en las facultades.

El caos sería total, se necesita una mano firme por el momento hasta que pase esta crisis y se realicen los cambios estructurales necesarios.

Anónimo dijo...

Al comentarista de las 16:30

absolutamente de acuerdo que se necesita mano dura para salvar a la universidad, pero que TODOS sean evaluados con la misma vara, y no por revanchismo universitario/político