UN CONFLICTO DE INTERESES DEL FUTURO MINISTRO DE EDUCACIÓN
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Si bien es cierto, que el conflicto de intereses del Sr. Lavín en el ámbito de la educación superior es menor al de otros conflictos en los que chocan el resguardo del principio de equidad e independencia de quienes deben cautelar el interés general de una sociedad; no menos cierto, es que su vínculo con una de las nuevas universidades privadas que han tenido un fuerte desarrollo bajo el amparo de una de las últimas leyes decretadas por A. Pinochet, establece una sombra de duda sobre su independencia al respecto.
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Con la Ley de Universidades dictada poco antes de finalizar su mandato el Sr. Pinochet, abrió las puertas para que el capital privado se introdujera en un campo que había estado reservado para el Estado Docente y para algunas Fundaciones de carácter social o religioso.
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La bondad de esta medida que rompió definitivamente un histórico concepto relacionado con la filosofía de las responsabilidades del Estado en la educación, deberá evaluarse permanentemente en el campo de los resultados prácticos, tanto en eficiencia técnica como social .
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Sin embargo, con ese tipo de evaluación no se cierra la discusión, pues tal como lo señaló certeramente el Padre Berríos en su breve, pero certera editorial sobre las universidades cota mil, subsisten una enorme cantidad de complejidades de carácter filosóficas que no pueden dejarse de lado.
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EN DESARROLLO
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