A MEDIDA QUE AVANZAN LOS PROCESOS UNIVERSITARIOS INTERNOS A LA PAR DE LOS EXTERNOS, SE CLARIFICA CADA VEZ MÁS QUE NOS ENCONTRAMOS FRENTE A UN GRAN DESAFÍO : SALVAR LA UTEM.
.Empezando por la acreditación en el ámbito académico, y paralelamente por la acreditación en el área administrativa, contable y financiera, y dejando de lado por el momento, los problemas estructurales derivados de nuestros Estatutos y Reglamentos que contribuyeron notoriamente a generar la actual catástrofe institucional, debemos prepararnos seriamente para adoptar cruciales definiciones que podrían permitir rescatar la universidad de la crisis que vive; en la medida que se tomen oportunamente.
.
Independiente del problema de la ACREDITACIÓN que a todos nos urge en vistas del 2010 y el 2011, persiste el problema del defícit de ingresos y gastos de aproximadamente 150 a 200 millones de pesos mensuales, que se arrastra peligrosamente desde hace mucho tiempo y que lamentablemente se ha hecho crónico.
.
Sin duda, tal como lo señaló la Sra. Ministra en discurso de asunción del Sr. Luis Pinto, la UTEM deberá tomar decisiones dolorosas si quiere continuar existiendo, pues toda capacidad de endeudamiento tiene límites, aunque algo imprecisos en el tiempo, pero si reales y concretos.
.
La Sra. Gutierrez, en lugar de enfrentar dicho problema durante su periodo de transición, que lamentablemente trató de hacerse permanente, participando en la elección de rector, evitó tomar las medidas que se podía razonablemente esperar de alguien que no aspiraba a ser elegida, y que debía regularizar la marcha de la institución.
.
El Sr. Luis Pinto ha intentado con poco éxito diversas alternativas para incrementar la solvencia de la universidad tratando de negociar algunos activos financieros con la Banca y el Ministerio de Hacienda a fin de aumentar circunstancialmente los recursos disponibles.
.
Además ha señalado la posibilidad de incrementar los ingresos regulares, aumentando o ampliando las actividades vespertinas e incluso se ha hablado de una Escuela de Verano que podrían incrementar los ingresos regulares de la universidad y paliar el insoportable deficit mensual.
.
La otra alternativa para enfrentar el defícit es la reducción de costos que pasa necesariamente por la erradicación de vicios establecidos durante la época de las "falsas vacas gordas", como son las desproporcionadas descargas de horas docentes de todos los que asumen labores administrativas y la sobre dotación de jornadas completas para atender docencia que puede ser contratada a menos de la mitad de su valor a profesores de Jornada Parcial, por mencionar algunas de las más dolorosas.
.
También se puede introducir notorios ahorros reorganizando las mallas curriculares de diversas carreras, podándolas de todos los adornos que se les pusieron para darles carga académica a los amigos de los amigos; y que no responden a una real necesidad en la formación de nuestros estudiantes.
.
.
Por otra parte, se hace indispensable refundir en una sóla todas la Escuelas que obedecen a un mismo patrón formativo, eliminando una costosa malla de autoridades intermedias sin justificación real, siguiendo el modelo racional de la Escuela de Ingeniería de la U. de Chile, que tiene ingreso común para todas las especialidades y al finalizar el tercer año, los Departamentos se hacen cargo de la formación de las especialidades y sus respectivas menciones.
Finalmente, duela a quien duela, las carreras creadas como producto de la imaginación y que no alcanzan a cubrir sus costos básicos de docencia y gestión, deben suprimirse e informarse oportunamente al DEMRE para evitar tener que asumir esos costos por otros cinco años con una nueva generación de estudiantes que se incorporarán el 2010.
.
Sin embargo, la gracia de las crisis reside justamente en obligarnos a realizar las tareas que siempre se postergan para evitar los desagradables problemas que necesariamente surgen cuando se tocan intereses creados de algunos grupos de poder en perjuicio del interés de la mayoría de la comunidad.
.
Por su parte, la gracia de los dirigentes reside en atacar los problemas antes que revienten, pues esperar que la crisis se haga evidente sólo agrava la situación hasta un punto que podría no tener retorno.
.
8 comentarios:
En todo caso lo que está en juego es simplemente "todo lo que tenemos"
Si no lo defendimos en su momento, no lloremos hoy ni culpemos a nuestros acreedores.
SI HAY DINERO PARA CANCELAR LOS SUELDOS , HAY COMUNIDAD ACADÉMICA.
NO CREO POSIBLE QUE ABUSANDO CON ALGUNOS COLEGAS JORNADA PARCIAL, SE PUEDAN LOGRAR LOS DESAFÍOS.
En lugar de armar comisiones de expertos para solucionar los problemas ¿no será mejor nombrar expertos a cargo de las unidades que deberían elaborar la solución?
Un Contralor Interno, un Jefe de Auditoría, un Director Jurídico y un Secretario General a la altura de las dificultades por favor!!!!
¡ NO SIGAMOS PERDIENDO EL TIEMPO ¡¡
Echarle la culpa a los estatutos y reglamentos universitarios, suena como cuando el cojo le echa la culpa al empedrado.
Seamos más autocríticos como Comunidad Universitaria.
Los estatutos y reglamentos de la Universidad siempre han sido perfectibles, los que han fallado son los destinatarios de ellos, los llamados a aplicarlos sana y racionalmente, los mismos que debieron siempre preocuparse de adaptarlos a las nuevas circunstancias de la institución.
Por mucho que se cambie esa normativa, si sus destinatarios mantienen la mezquindad que siempre han demostrado cuando conquistan posiciones de poder; si se mantiene en algunos la preeminencia de sus intereses particulares por sobre los intereses institucionales; si no se profesionaliza y evalúa continuamente la gestión; si la academia no se pone a la altura "haciendo Universidad", con generosidad, honesta y desinteresada autocrítica; si los funcionarios no académicos carecen de una planta actualizada y acorde con el nivel de desarrollo de la Universidad y sin mostrar disposición favorable a enfrentar mayores desafios; si los estudiantes se mantienen si propuestas con altura universitaria y sin recomponer su institucionalidad; si los mecanismos de control interno no son modernizados y profesionalizados, actuando con la independencia y eficacia que siempre debieron mantener, etc., etc., cualquier cambio de normativa nos va a conducir, a muy poco andar, a una única solución:
Pedir más cambios de normativa universitaria..., y vuelta otra vez.
Seamos serios, seamos honestos y partamos reconociendo nuestras propias faltas y responsabilidad en todo lo que ha ocurrido.
NOTA EDITOR: Estimado colega, poco se puede discutir ante la solidez de su argumentación.
Desde el punto de vista que ud. plantea, la propuesta de cambiar los estatutos equivaldría a cambiar el sillón que usaba la Sra. de Don Otto (la de los chistes).
Sin embargo, algunos matrimonios que se reconcilian deciden hacer borrón y cuenta nueva y se cambian de casa o cambian el mobiliario.
Quizás algo ayude.
Estimado Editor, los cambios de reglamentos son necesarios, nadie en su sano juicio puede discutirlo.
Pero antes, debemos cambiar como Comunidad Universitaria, aprendiendo de los errores, con espíritu renovado, generosidad y sobre todo, con un estándar de interrelación esperable de la Educación Superior.
Al menos hay señales de que se avanza por el buen camino; hoy, pese a las legítimas diferencias, algunos son capaces de sentarse en una misma mesa a debatir sobre la Universidad, con respeto y franqueza.
Ojalá que otros, en posiciones de poder, sigan ese ejemplo
A medida que transcurren los días y las horas, progresivamentge se instala en el diálogo universitario el tema de la crisis financiera que se avecina.
Pronto habrán noticias importantes en este tema.
¿Quien le pone el cacabel al gato?
Hablar es un cuento fácil.
Tomar decisiones que afectan a cientos de personas es otro bastante más difícil.
Pero más difícil es quedarse lamentando y diciendo : si hubiera actuado a tiempo ....
Publicar un comentario